El último deseo del padre de George es tener un funeral vikingo: ser incinerado en el mar en un drakkar. Y para su hijo, cumplir su último deseo es crucial: no sólo honrará su memoria, sino que demostrará a él y a su familia que es capaz de todo, que ya está bien y ha superado el bajón que atravesaba. . Sin embargo, la falta de medios y la desconfianza de su madre, su hermano y su cuñada no le ayudarán en nada.

Segundo va a terapia por primera vez. Marta afirma que no es de esas personas que se convierten en terapeutas en un intento de entenderse a sí mismas.

Salvador, un especulador inmobiliario y narcotraficante de bajo nivel, lidera un grupo de mafiosos que utilizan un restaurante chino como fachada. El truculento pasado de uno de los miembros de esta pequeña pandilla pondrá en peligro su negocio y su propia vida.

Nacho forma parte de un ridículo círculo social formado por padres y madres del colegio de su hija. Para Nacho es muy importante mantener una buena posición en él. Sin embargo, un pequeño déficit de inteligencia emocional y ciertas inclinaciones psicopáticas; impedirle darse cuenta de que la mayoría de ellos lo ignoran o, en el mejor de los casos, lo detestan.

Jaime y Rocío son un matrimonio asentado en una rutina, la pasión que existía entre ellos desapareció hace mucho tiempo. Nunca hablan de ello abiertamente, nunca han podido afrontar la realidad. Una noche como cualquier otra, se duermen y empiezan a soñar. Entonces tendrán que afrontar la verdad que no son capaces de afrontar.

Pura ha tomado la decisión más importante de su vida e invita urgentemente a su hija con la excusa de desayunar juntas. Su invitación, sin embargo, esconde una confesión inesperada. Es algo que no puede hacer sola, por lo que necesita su ayuda.